OLFATO
Descripción
El olfato es el más sensible de los
sentidos, ya que unas cuantas moléculas es decir, una mínima cantidad de
materia bastan para estimular una célula olfativa. Detectamos hasta diez mil
olores, pero como las estructuras olfativas, al igual que el resto de nuestro
cuerpo, se deterioran con la edad, los niños suelen distinguir más olores que
los adultos. Además de advertirnos de peligros como el humo y los gases tóxicos
o venenosos, el olfato contribuye con el gusto, estimulando el apetito y las
secreciones digestivas. La nariz es el órgano por el cual penetran todos los
olores que sentimos desde el exterior. Es un cuerpo saliente del rostro,
ubicado entre la boca y la frente, por debajo de la cavidad craneana.
El olfato está relegado al fondo y a lo
alto de la nariz, cuyo interior está constituido por dos cavidades, las fosas
nasales, separadas por un tabique. Cada fosa se divide en dos partes: la
anterior o vestíbulo, cubierta por una membrana mucosa llamada epitelio
olfativo, y la posterior, recubierta por la mucosa nasal, que es donde se
encuentran los receptores olfativos que nos permiten captar los distintos
olores. Cada célula receptora termina en pequeños pelitos, desde seis a 20,
llamados cilios. Estos están conectados a columnas de células que sirven de
soporte a los receptores del olfato.
Desarrollo
El olfato está localizado en las fosas
nasales, dos cavidades situadas en el interior de la cara. Las fosas nasales se
abren al exterior por los orificios nasales, y comunican por detrás con la
faringe; ambas fosas nasales están separadas entre sí por un tabique nasal.
En la parte superior de la cavidad nasal
existe la llamada mucosa olfatoria, que recubre una parte del tabique nasal y
los cornetes superiores. Allí es donde se hallan embebidas las neuronas capaces
de percibir los olores, que tienen sus terminaciones o dendritas hacia abajo,
entremezcladas con otras células de soporte. Éstas son las encargadas de
secretar un moco que es el que captura las moléculas. Los axones de las
neuronas se dirigen hacia arriba, atravesando el hueso y reuniéndose hasta
llegar al bulbo olfatorio. Éste es una especie de membrana que recoge las
impresiones y las conduce hacía el nervio olfatorio. De allí pasan a la corteza
cerebral, donde son interpretadas.
Características
Las sustancias químicas ingresan por las
fosas nasales, dos cavidades que se hallan dentro de la nariz, y cuyos techos
están tapizados por la mucosa olfatoria o pituitaria, donde se localizan los
quimiorreceptores. En la pituitaria se distinguen dos zonas de color y función
diferentes:
El área respiratoria, de color rojizo
debido a que esta profusamente irrigada. Su función es calentar el aire que se
dirige a los bronquios, el área
olfatoria, de color amarillo debido a la presencia de células epiteliales de
sostén. Su función es la recepción de estímulos químicos.
Alteraciones
Rinitis:
Se denomina Rinitis a la inflamación de la mucosa nasal. Ataca tanto a adultos
como a niños. Produce congestión, insuficiencia respiratoria nasal, picazón
nasal, rinorrea y en algunos casos estornudos. En los niños, según la
intensidad de sus síntomas puede disminuir la concentración, causar
irritabilidad y trastornos del sueño
Alérgica:
Los síntomas se desencadenan ante la presencia de un alérgeno (agente productor
de la alergia). No sólo los alérgenos inhalatorios pueden producirla, también
los que se encuentran en los alimentos y medicamentos.
Sinusitis:
La sinusitis es la inflamación de la mucosa de los senos paranasales. Los senos paranasales, son cavidades que
contienen aire y están revestidas por mucosa de tipo respiratorio. Existen,
cuatro pares de senos: frontales, etmoidales, maxilares y esfenoidales
Sinusitis
Crónica: Son pacientes que en general han padecido de cuadros agudos a
repetición.
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